lunes, 8 de abril de 2013

UN TRABAJO EN ITALIA ( 1969)

 
  Película del cine británico de finales de los 60, entretenida, divertida pero no debemos  esperar mucho más. A pesar de que en su época se convirtió en una película de culto hoy ha quedado muy anticuada. Sin embargo hay algunos aspectos destacados: principalemente un sobradísimo Michael Caine, en su primera etapa, haciendo de ladrón de guante blanco que prepara un gran golpe con la ayuda de un magnate encarcelado. La mafia italiana está al acecho. Realmente hay algún momento en el que parece un Inglaterra-Italia ( o un Londres- Turín) en toda regla. Se trata de robar 4 millones de dólares en lingotes de oro en Turín. Para ello Caine y sus secuaces programan un intrincado y ridículo ( no hay que olvidar que es comedia también) plan para colapsar el tráfico del casco antiguo turinés. Aprovechando una vía de escape, lograrán paralizar la ciudad y hacerse con el botín que esconde el furgón blindado. La huída es lo mejor y el duelo entre Minis y Alfas Romeos.  
    En realidad no es una película para tomársela muy en serio, es una comedia muy al estilo británico. Las persecuciones tienen gran impacto visual teniendo en cuenta el año de su realización. Collinson juega con las cámaras para dar diferentes puntos de vista pero lo que prevalece es el humor. Hasta Benny Hill aparece en su obsesión esta vez por las gordas. Sin ser una gran película ( de la que se hizo una secuela recientemente) es una opción para pasar un buen rato sin pensar en mayores trascendencias, disfrutando del siempre inigualable Caine. Y de escenas memorables como las persecuciones: minis vadeando ríos, subiendo a la cubierta del palacio de los deportes o las escenas finales del triunfo del golpe y su aclamación dentro de la cárcel. También destacaría las espectaculares imágenes de los alpes y sus intrincadas carreteras que esta panda de desgraciados pretende utilizar como  vía de escape con un enorme autobús. 

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