domingo, 14 de abril de 2013

AMENAZA EN LA SOMBRA ( 1973 )


   Película dificil de definir, podemos decir que es de un extraordinario suspense con Venecia como telón de fondo. Pero es una película de pérdidas, de amor exaltado,  un drama total y un thriler  psicológico. En realidad es inclasificable. La película fue definida en su día como de culto aunque hay que reconocer que no ha envejecido muy bien y resulta, por momentos, monótona, sobre todo porque los momentos de mayor intensidad se producen distanciados entre sí y el metraje se estira en exceso.

   La historia comienza con una terrible desgracia para una pareja con hijos que vive en la campiña inglesa. Jugando cerca de un estanque la niña se ahoga aunque parece intuirse en el protagonista, momentos antes del fatal accidente, una especie de premonición. Una sensación extraña se produce en este arquitecto y restaurador, John Baxter ( Donald Sutherland), casado con una bellísima mujer, fotógrafa, llamada Laura ( Julie Christie). 

   La pérdida terrible conduce al mágico escenario de una Venecia brumosa, entre tinieblas, en donde, años después, aparecen nuestros protagonistas en acción: él, restaurando una antiquísima iglesia, ella pasando unos días con su marido. El hijo pequeño permanece en un internado en Inglaterra.

   De repente aparece una pareja de mujeres que, casualmente, coinciden con Laura y John en un restaurante. Son dos hermanas, una de ellas ciega, pero quizás sea la que más ve. En los aseos del restaurante revela a Laura que ha visto a una niña pequeña al lado de la pareja. Parece ser que tiene poderes paranormales. Pero en el espectador aparece  una desasosegante sensación de que hay gato encerrado, que no es posible que su hija les acompañe siempre y en todo momento, pero ¿Cómo estas dos ancianas, que están de paso en Venecia, de turismo, conozcan su secreto y sus vidas privadas?. ¿ Puede ser todo un intrincado complot que quiere acabar con los protagonistas y que estas viejas, feas y con aspecto de brujas forman parte de él ?. Esta sensación no desaparece en todo el metraje. 
   John, ateo, incrédulo, piensa que su mujer está perdiendo los papeles y que debe descansar, dejar de pensar en aquel trágico suceso. Se niega a aceptar lo sobrenatural y discute con Laura. Se produce entonces, en el hotel, una fuerte escena de sexo, casi explícito, que aunque no tiene mucho que ver con la trama, nos mantiene atentos durante largos minutos. Es un sexo que para la época debió ser un auténtico escándalo. La pareja se reconcilia.
   Mientras tanto en Venecia aparece un asesino en serie que deja tras de sí una huella de crímenes horrendos. Las ancianas aparecen paseando por los puentes y canales muy cerca de los crímenes. Baxter sufre algún que otro incidente de gravedad, sigue a las ancianas. Su mujer y él reciben la noticia ( premonitoriamente soñada por Jonh) de que su hijo ha sufrido un accidente. Entonces Laura viaja en avión a Londres.
   Jonh se dirige a su obra, a seguir su tarea de restaurador jefe para un famoso cardenal, a cargo de dicha parroquia. Cree volverse loco cuando, atravesando el gran canal, ve en una lancha a las dos viejas con su mujer. Acude a la policía que no se cree nada. La atmósfera se hace tremendamente agobiante. El espectador no sabe realmente que es lo que está pasando, el complot, la manía persecutoria, las ancianas, los crímenes, la extraña actitud de la policía italiana, el extraño papel del cardenal, los accidentes casi mortales que sufre John en un andamio. 

Venecia como telón de fondo, pero no es la preciosa ciudad surcada de canales, sino una mucho  más fantasmagórica donde el espectador puede esperar que suceda cualquier cosa inesperada a la vuelta de un callejón lóbrego. Un acierto del director es combinar esa Venecia lóbrega con imágenes de la riqueza monumental de la ciudad, pero mostrando un espacio-tiempo auténticamente sórdido e inquietante.  Siendo una película de terror aparente, no se abusa de lo gore, es más sutil, utilizando la cámara, los planos y el montaje, así como el extraordinario papel de los dos protagonistas. La banda sonora acompaña muy bien a esa atmósfera que atrapa, de la que parece no poder haber escapatoria. Recordemos que ella parece no haber podido salir en avión cuando aparece en el gran canal. Venecia se convierte en una cárcel con una muy cuidada ambientación que consigue su objetivo: preparar al espectador para el desenlace.

  Finalmente uno llega a la conclusión de que es una oportunidad perdida, porque si bien el guión es bueno, no acaba de concluir la historia como sería deseable.   Quizás no acaba de ser una pelicula redonda,el montaje es casi elíptico y con saturación de repetición de planos, nos ofrece un velo en ocasiones pretencioso que lastra por momentos la película, un exceso de manierismo que sobra por completo. 

El desenlace final es de un surrealismo tal que el espectador no acaba de procesar, después del metraje, que es lo que ha pasado realmente. Obviamente se responden preguntas que no se querían responder, desde el punto de vista de nuestra lógica cotidiana, pero ese simbolismo tan crudo soñado repetitivamente por el protagonista se invierte de una manera atroz, bajo la impotencia de una bellísima Julie Christie.
  Recomendable si queremos pasar una tarde de suspense bajo la pesada imagen de una decadente Venecia, aunque excesivamente monótona en  ocasiones, no la recomendaría a personas que no quuieran darle vueltas a lo inexplicable. El final puede dejar a más de uno con dos pares de narices, cabrearnos o dejar volar nuestra imaginación. Esta sería la mejor opción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario