jueves, 25 de julio de 2013

ALBERT NOBBS (2011)

  Glenn Close buscaba con esta producción en la que ella pone también la pasta conseguir su ansiado Oscar y lo cierto es que a punto estuvo de ello. Sin embargo, en esta ocasión no se lo merecía. No digo que no haga un buen papel como el retraído  y pusilánime mayordomo de un viejo hotel dublinés del siglo XIX. Pero el excesivo maquillaje ( no sé porque tanto con sus facciones hombrunas) y su encorsetada manera de actuar ( quizás todo el atrezzo de ir disfrazada de hombre lo necesitaba) le resta mucha credibilidad, aunque como digo, siempre Close está bien, pero deja escapar una oportunidad a huevo. Por otro lado la película ( con varias nominaciones al Óscar) no aporta mucho a la consabida historia de la mujer que tiene que fingir ser hombre para poder subsistir en una sociedad machista y arcaizante. Nobbs atiende desde hace décadas en un hotel aristocrático y, como todo el servicio, habita en las habitaciones del ático. Debajo de un trozo del suelo deposita todos sus ahorros, que han llegado a ser ingentes. Su ilusión sería ahorrar lo suficiente para establecerse por su cuenta pero la soledad le atenaza.

   Un día llega un pintor para reparar algunos desconchones del avejentado edificio. Como debe hacer cama la regente decide que duerma en la habitación de Nobbs. Él se resiste pero finalmente debe dormir con el grandullón pintor de brocha gorda. El problema se suscita cuando una pulga le obliga a desnudarse advirtiendo entoces su compañero que es una mujer. Aterrorizado, Nobbs le promete  el oro y el moro para que no revele su secreto, que le costaría el trabajo y el honor. Sin embargo, sorprendido, descubre que el pintor grandote es también una mujer que se hace pasar por un hombruno obrero, es un travesti. Y para su sorpresa, está casado con una mujer. Esta actriz, Janet McTeer, está soberbia en su papel. Ella ( o él) consiguen animar a Nobbs, que sueña con tener también esposa y regentar un pequeño estanco. La elegida por Albert parece ser una de las camareras, muy mona ella (  Mia Wasikowska), en un nuevo papel a su medida. El problema o inconveniente es que se ha enamorado de un truhan que la deja embarazada.(todo muy tópico y típico, ¿verdad?).

    Como podemos comprobar la historia es lo de siempre, está muy trillada ya, en mi opinión. No aporta nada nuevo, solo el ver a una desesperada Close en busca de reconocimiento en un papel inverso al de Tootsie ( Dustin Hoffman) pero que no llega ni a la altura del betún. Técnica y formalmente la película está bien, aceptable: buena ambientación y escenografía adecuada, vestuario correctamente seleccionado y escenas agradables de exteriores, como la de la playa. Los decorados interiores muy conseguidos también. La música correcta y preciosa la canción de Sidney O'Connor.  Y el director, Rodrigo García, continúa aquí su carrera ascendente.

 Sin embargo la película se queda en un ensayo a mayor gloria de Glenn Close aunque no hay que desdeñar la enseñanaza social que aporta, de una Irlanda puritana y atrasada, pacata, vergonzante, extremadamente dominada por el catolicismo imperante y la relación de este mundo con una homosexualidad que se debe esconder a toda costa.  
 

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